Historia del logotipo
Cuentan los hechos, que dos compañeras de educación social; K.M y A. B., mientras estudiaban esta disciplina tan evocadora, un día, como tantos, dejaron los libros entre bambalinas para bañarse en la magia. Y así, en un pueblecito Medieval de Navarra, llamado Lizarra, Estella cuyo significado es estrella, en un espacio destinado para ello.
Entre maestros y magos,
brujas modernas y espiritistas;
en nuestras manos cayó un libro:
“El Legado Supremo de la Rueda de Sabiduría Maya” de Nah Kin, Psic. Eugenia Casarín.
Y dejando el raciocinio a un lado,
nos echaron nuestro sello maya,
que entre el escepticismo y la creencia,
nos quedamos en lo curioso de nuestras diferencias.
Yo la luna MULUC y Kris el sol AHAU,
nuestra energía se regeneraba a través de dos elementos
tan distintos y a su vez complementarios.
Desde MULUC se desvelan las emociones
y a través de ellas la acción e impulso que nos generan.
AHAU, nos introduce a la esencia radiante,
esencia solar que despiertan,
como los sumos sacerdotes oficiando “la vida”.
Y desde la estética misma de estos dos sellos entrelazados,
nace el logotipo.
Un poco de sello Maya,
otro poco de imaginación,
aunando la transformación digital,
construcción y deconstrucción,…
Finalmente, nos transporta a un círculo vivido, lleno de etapas, que pueden sugerir los niveles piramidales que nos presenta Maslow y que tan cercanos son al trabajo de los profesionales de la educación social.
Profesión generadora de cambio, transformadora y búsqueda del equilibrio. Lo mismo representa el círculo de la noche y el día, tan necesarios y mágicos para la humanidad.
Puedo recoger del escritor y poeta Galeano, un máximo de reflexión hacia nuestra profesión; sentipensando…
Ana C. Biurrun
P.D. si finalmente se acepta como logotipo mi diseño, envío próximamente la imagen, pero la historia fue genial y la inspiración mejor...
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